En más de la mitad de las personas a las que se diagnostica un tumor en el riñón o, en concreto, un cáncer de riñón, se hace con motivo de un estudio de imagen (una ecografía o un TAC de control) prescrito a raíz de otra patología nimia.

Los tumores renales son lesiones sólidas en el riñón, a diferencia de los quistes renales que son masas con contenido líquido. Básicamente se dividen en tumores benignos y malignos.

• Angiomiolipoma.
• Oncocitoma.
• Leiomioma.
• Fibroma.
• Lipomas.
• Hemangiomas.

• Carcinoma de células renales. Cáncer de riñón.
• Carcinoma de células transicionales
• Tumor de Wims.
• Sarcomas renales.
• Linfomas y leucemias renales.
• Tumores metastásicos.

El carcinoma renal o cáncer de riñón es un tumor que representa el 3% de todos los tumores malignos, suele aparecer entre los 40 y 60 años, afecta con más frecuencia al sexo masculino. Los niños pequeños pueden desarrollar un tipo de carcinoma renal conocido como «tumor de Wilms».

Habitualmente es un cáncer que se presenta de forma esporádica, pero existen una serie de factores que, aunque no son determinantes, sí predisponen a padecer la enfermedad:

• Tabaco. (Depende de la cantidad y los años fumando. Es un factor de riesgo menos importante en la mujer).
• Diálisis.
• Compuestos de plomo y más de 100 agentes químicos (hidrocarburos aromáticos).
• Factores genéticos. Deben vigilarse en pacientes con familiares de primer grado que han tenido un cáncer renal antes de los 40 años. (El 50% de los pacientes con enfermedad de Von Hippel-Lindau presentan cáncer renal, con frecuencia en la 3-4 década, siendo la bilateralidad y el origen multifocal frecuentes. En estos pacientes se debe realizar ecografías renales de control a partir de los 15-20 años).

Después del diagnóstico de cáncer renal, conviene conocer el estadio de la enfermedad para saber lo avanzada que está y realizar un tratamiento adecuado. Los estadios de cáncer de riñón son:

• Estadio I. Tumores menores de 7 centímetros de diámetro. El tumor está confinado al riñón.
• Estadio II. Tumor mayor de 7 cms que sigue confinado al riñón.
• Estadio III. El tumor crece fuera del riñón en los tejidos circundantes, no perfora la fascia de Gerota (IIIa: glándula suprarrenal, IIIb: vena renal o cava infradiafragmática, IIIc: vena cava por encima del diafragma y es posible que también se haya diseminado a los ganglios linfáticos cercanos.
• Estadio IV. El cáncer se disemina fuera del riñón, a varios ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo, como los huesos, el hígado o los pulmones.

En los estadios iniciales, el cáncer de riñón no produce síntomas y casi un 50% son diagnosticados de forma accidental, en el curso de un estudio por imágenes (ecografía, TAC, etc.). Los síntomas más frecuentes del cáncer de riñón son:

• Hematuria (aparición de sangre en la orina, que se trata del síntoma más frecuente).
• Dolor lumbar.
• Masa palpable.
• Síntomas constitucionales (pérdida de peso, fiebre, sudoración nocturna).
• Varicocele agudo.
• Síndromes paraneoplásicos (hipertensión, hipercalcemia, amiloidosis, síndrome de Stauffer).

Para establecer un diagnóstico de cáncer en el riñón nos valemos de las siguientes pruebas:
Historial clínico completo y exploración física, para determinar si existen (masas palpables, hepatomegalia, ganglios, etc.).

Analítica sanguínea y urinaria para valorar si presenta anemia, aumento de la velocidad de sedimentación, elevación de las transaminasas, calcio, etc.

• Ecografía renal y abdominal.
• Radiografia de tórax.
• TAC toracoabdominal.
• RNM.
• Gammagrafía ósea.
• PET-TAC.
• Arteriografía renal (solo en ocasiones).
• PAAF (punción aspiración con aguja fina, solo en ocasiones).